lunes, 23 de marzo de 2015

CONTEXTO LAGUNERO EL RECUENTO DE LOS DAÑOS



Uno de los grandes problemas que existen en nuestra sociedad es el de los baches en las calles. El bache se define como "Oquedad en la estructura de un pavimento cuyo origen se da por el desprendimiento de una parte de la superficie de rodamiento al paso de los vehículos. Posteriormente se van formando oquedades mayores en área y profundidad." (IMT, Publicación Técnica No. 245). Esta definición comprende, en forma sencilla, desde el inicio del bache en el momento de su formación y continúa con la evolución que sufre con el tiempo.


Este problema es común en prácticamente todo el país. La semana pasada estuve en Monterrey, Saltillo, Guadalajara, Aguascalientes, Zacatecas y Fresnillo y en todas estas ciudades el común denominador es el problema de los baches.


La carretera que va de Cuencamé a Miguel Auza en su tramo correspondiente al estado de Durango, es de verdad una zona de desastre, los vehículos que circulan por ese tramo -en su mayoría camiones de carga- tienen que invadir el sentido contrario para sacarle la vuelta a los cráteres. Es difícil imaginar que el Gobierno del Estado no esté enterado de esa situación de emergencia que puede llegar a causar, si no es que ya los ha causado, serios accidentes. Es fácil culpar a la lluvia, sin embargo, la misma carretera, en su tramo de Miguel Auza a Zacatecas, está en perfecto estado.


Los baches son la causa de muchos problemas en los vehículos, los daños se presentan en amortiguadores, suspensión, horquillas, bieletas, terminales de dirección, rines y llantas -las cuales en el menor de los daños, se desalinean-, además de afectar también los sistemas electrónicos.


De acuerdo con Gilberto Elizondo Villarreal, regiomontano especialista en mecánica automotriz, los vehículos están fabricados y diseñados para circular en superficies planas, solamente los vehículos que se usan en trabajo pesado fueron diseñados y fabricados para soportar baches, pozos o rampas. De acuerdo con Gilberto, "los carros normales al caer en un bache o pozo de ciertas dimensiones pequeñas, tolerables para el trabajo de la suspensión, no pasa nada si esto no es continuo, pero si este hecho es muy frecuente, la suspensión se va dañando en función de la repetición de la caída en baches".


Algunas veces los baches ponchan las llantas de los vehículos y el conductor sólo repara la ponchadura, pero generalmente hay otros daños que no se ven a simple vista. Se puede presentar la deformación del rin, daños a los amortiguadores y a las rótulas. Éstas últimas pueden sufrir daños que no se ven, pero que tarde o temprano sufren una rotura como consecuencia.


Los datos que aparecen en Internet indican que los costos de las llantas de autos fluctúan entre $900 y $2,300 pesos, los amortiguadores cuestan entre $1,200 y $2,500 pesos, una horquilla cuesta entre $1,200 y $3,000 pesos y la reparación de un rin de aluminio puede costar de $1,000 a $2,500 pesos. Los daños en rótulas y terminales pueden costar entre $3,000 y $4,000 pesos. Todos estos costos dan un promedio de $10,800 pesos. Si tomamos en cuenta las cifras del INEGI, existen 721,000 vehículos automotores en Coahuila, sin incluir las motocicletas y suponemos, conservadoramente, que en Torreón hay 120 mil vehículos, siguiendo el cálculo conservador, suponemos que de esos 120 mil vehículos se dañan por efecto de los baches el 15%, estamos hablando de 18,000 unidades. Multiplicando 18,000 por $10,800 pesos anuales por automóvil dañado por los baches, el resultado es ¡$194 millones de pesos!!! Esto lo pagan los ciudadanos.


Las causas más comunes de los baches son:


1. El paso del tiempo. Aun cuando la pavimentación original sea de la más alta calidad; el pavimento se daña y se presentan los baches los cuales tienen que ser reparados, de igual manera, con la más alta calidad. Esta primera causa, desafortunadamente, no es la más común en el caso del pavimento de las calles, avenidas y bulevares de Torreón.


2. Mala calidad de la pavimentación (contenido de ingredientes inferior al mínimo, diseño deficiente que no va de acuerdo al tipo de tráfico que circulará ni a las inclemencias del tiempo, como la lluvia. Insuficiente espesor de la carpeta, mala compactación del terreno o del pavimento, etc.)


La primera causa se resuelve con un buen programa de mantenimiento, de calidad, oportuno, bien aplicado. La segunda, con contratos que estipulen la calidad mínima adecuada y con una supervisión que asegure el cumplimiento cabal de las especificaciones, además de que el constructor garantice con una fianza la especificación apropiada y la buena calidad, bajo penalidad efectiva en contrario. Si los pavimentos originales se hicieran con la calidad adecuada el mantenimiento de los mismos se limitaría al necesario por el paso del tiempo.


Es tiempo ya que los funcionarios responsables de las obras públicas, rindan cuentas por la mala calidad. Los programas de bacheo -bacheo que dura lo que tarda en llegar la otra lluvia- son más caros que un pavimento original de buena calidad.







via Finanzas, El Siglo de Torreón http://ift.tt/1HpYsTP

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