Denuncian discriminación del Gobierno en elección de fiscales

Una secretaria de Carlos Rívolo, que participó de la investigación por el caso Ciccone, fue eludida por el Ejecutivo en la selección de seis cargos


Mafia judicial discrimina a los fiscales


Allá lejos, en 2008, cuando el procurador General era Esteban Righi, comenzó un concurso para cubrir vacantes en seis fiscalías de Instrucción. Marisa Tarantino, secretaria de la fiscalía federal a cargo de Carlos Rívolo, se presentó junto a unas 130 personas.


En 2011 se tomaron los exámenes escritos y orales. Tarantino quedó quinta en el orden definitivo del concurso después de haber obtenido unas de las mejores calificaciones en los exámenes, entre los más de 70 aspirantes que finalmente se presentaron. Así lo explica en el recurso de amparo que presentó para que se declare la inconstitucionalidad y la nulidad de los decretos por los cuales el Poder Ejecutivo envió al Senado los pliegos de tres de los que resultaron elegidos para ocupar las fiscalías.


Una vez publicado el orden de mérito final, ya en la gestión de la procuradora Alejandra Gils Carbó, se conformaron las ternas en la que la secretaria de Rívolo quedó integrando cinco de las seis propuestas al Ejecutivo. Pero cuando el Ejecutivo mandó los pliegos al Senado, sorpresivamente Tarantino no fue postulada para cubrir ninguna de las fiscalías vacantes, pese a haber quedado posicionada para alguno de los cargos.


Patrocinada por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) y con la firma del abogado Alejandro Carrió, Tarantino presentó un pedido de medida cautelar para suspender el proceso de designación de los tres últimos pliegos, porque considera "arbitraria" la decisión del Poder Ejecutivo.


Solicitó al Senado que se abstenga de darles el acuerdo a los fiscales designados. Y explicó que la "saltearon" sin expresar ningún motivo y contrariando sus propios actos anteriores, ya que el Ejecutivo venía nombrando a los mejores hasta que llegó su turno.


La cautelar fue rechazada en primera instancia por el juez en lo Contencioso Administrativo Enrique Lavié Pico. Lo hizo con escasos y erróneos fundamentos, según afirmó Tarantino, razón por la que presentó una apelación a la Cámara.


Cuando las ternas fueron enviadas al Ejecutivo, se abrió un período de adhesiones y Tarantino, que desde hace más de 20 años trabaja en la Justicia federal, consiguió las más variopintas, como las de Jaime Malamud Goti, del camarista de la nueva Cámara de Casación Penal Gustavo Bruzzone; los jueces Daniel Rafecas y Ariel Lijo, y del ex juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni.


Como secretaria de Rívolo, Tarantino tuvo una activa participación en la primera parte de la investigación del Caso Ciccone cuando el Gobierno defendía al vicepresidente Amado Boudou. Una de las defensas judiciales del kirchnerismo hizo volar de la causa a Rívolo, el fiscal que pidió el allanamiento del departamento del vice. Ella sugirió que la discriminación que denuncia puede deberse a esa investigación: "No puedo descartar que se trate de una especie de represalia contra Rívolo o una manera de enviar un mensaje disciplinador ", señaló.


La secretaria de Rívolo quiere que el Poder Ejecutivo le explique por qué no puede ser fiscal de Instrucción, a pesar de las calificaciones que obtuvo en el concurso.