En la vida real no hay ningún examen escrito, pero en la universidad pareciera que los hay todo el tiempo. Se supone que tendría que ser tan sencillo como leer el material e ir a clase, pero a veces no es suficiente. En el presente artículo te diremos cómo estudiar efectivamente, cómo poner en marcha tu cerebro y qué hacer durante el examen para asegurarte de que lo apruebes con las mejores calificaciones.

Paso 1 de 3: Estudiar de manera inteligente


Salva tus exámenes lince , 3 pasos para que lo apruebes


1- Organízate. Antes de que empieces a caminar el sendero al éxito en el examen, serás mucho más productivo (y te distraerás mucho menos) si te organizas. Antes de que te eches en el sofá y sobrepases el punto en que no regreses más, piensa en lo siguiente:


♦ Elabora un horario. Tu vida probablemente esté atiborrada de pasatiempos, obligaciones sociales y un montón de cosas que preferirías hacer. Así que haz un horario y cúmplelo.

♦Ten todos tus documentos. Inclusive los trabajos que hayas terminado hace mucho tiempo podrían serte útiles. Será vital tener lo más importante: el programa de estudios.

♦Consigue ya todo lo que podrías necesitar: clips, resaltadores, más almohadas, etc.

♦Ten agua, algo saludable y algo no tan saludable para comer (¡según ciertos estudios recientes, el chocolate negro aumenta la función cognitiva!) . Si te sientes algo perezoso, ten un poco de cafeína. No te sientas mal por el latte grande extra, porque la cafeína (al menos en cantidades moderadas) definitivamente te energizará.


2- Especifica tu horario de estudios. Así que reuniste valor y separaste un espacio de 2 horas este jueves para estudiar historia. ¡Perfecto!, ese es el paso 1. ¡Ahora haz que sea útil! Dedícate este jueves a la guerra de los siete años. El lunes podrías leer sobre la revolución francesa y el siguiente miércoles podrías cubrir hasta Napoleón y sus delirios de grandeza. Ten metas específicas en mente, ya sean según conceptos, tiempo, número de páginas o capítulos. Así todo parecerá infinitamente más factible.


♦Si tienes que dar más de un examen, asegúrate de equilibrarlos tanto como sea necesario. No tendrás que estudiar el mismo tiempo para cada uno, sino solo concentrarte en el más difícil. Si realmente tu tiempo es muy limitado, podrás usar la otra materia a modo de descanso del otro.


3- Haz que tus notas sean menos inútiles y aburridas. Lo bueno de estudiar es que podrás hacerlo a tu manera. Así que toma la clase aburridísima a la que fuiste y vuélvela algo entretenido, algo que puedas recordar.


♦Resalta la información importante con un resaltador. Usa un color para los conceptos principales, un color para el vocabulario y otro para las fechas, etc. Cuando revises de nuevo tus notas, serán mucho más fáciles de leer por encima.

♦Haz tus propias tablas, gráficas y diagramas a partir de la información. Los gráficos son mucho más fáciles de mirar y recordar cuando uno está sentado en el escritorio en el momento del examen. ¿El 40% de las emisiones de carbono provienen de la agroindustria? Parece que es hora de hacer un gráfico circular.

♦En realidad podría beneficiarte volver a escribir tus notas. Algunos estudios demuestran que exponerte a la misma información de maneras distintas (o sea, no solo leerla, sino también escribirla) hará que permanezca en tu memoria por mucho más tiempo. (3) Pero no la vuelvas a escribir toda, solo limítate a hacer un bosquejo general.


4- Varía. En una sesión de estudios, toda la ciencia apunta a estudiar diferentes conceptos en lugares diferentes. Resulta que cuando el cerebro se aburre de leer sobre la fotosíntesis mientras estás sentado en tu dormitorio, en realidad te haría bien ir a la cafetería y empezar a leer sobre el cuadro de Punnett. Esto será lo fundamental:


♦Estudia en lugares diferentes.Resulta que nuestros cerebros asocian nuestros alrededores con lo que sucede. Entre más asociaciones tengas, la conexión será más fuerte.

♦Estudia conceptos diferentes. No esperarías que un jugador de baloncesto practique sus bandejas durante tres horas seguidas, ¿no? Lo mismo va para los estudiantes. Si haces un problema de división tras otro, tu cerebro irá al modo autopiloto. Trabaja conceptos diferentes para que tu cerebro no se vuelva un desastre.


5- Toma descansos. No para que flojees, sino para que te recargues. Si quieres podrás culpar a la ciencia, la que asegura que ayudan a que el cerebro vuelva al terreno de juego y reponga todos los déficit de atención. Así que tómate un descanso de 5 o 10 minutos cada hora. Verás que te ayudará, no entorpecerá tu memoria ni concentración.


♦Si realmente quieres hacer las cosas en serio, toma ese descanso para hacer saltos de tijera o hacer un poco de footing. Hacer que la sangre bombee también hará que el cerebro lo haga. Además, si puedes darte un salto al gimnasio durante un rato, será mucho mejor. Resulta que el ejercicio aumenta la resistencia al trabajo

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6- Primero comprende los conceptos. Parece lógico, pero muchos de nosotros solo leemos los conceptos una y otra vez esperando que se solidifiquen solos y tengan sentido por arte de magia, cuando en realidad lo único que necesitamos es dar marcha atrás por un momentos y luego dejar que todo encaje por su propia cuenta. Antes de pasarte horas leyendo cosas que no entiendas mucho, dedícate a verlo desde una perspectiva general. Mira el contexto antes de que puedas analizar los detalles.


♦Los bosquejos generales te ayudarán a hacerlo, por eso el programa de estudios es tan útil. Si no tienes uno, hazlo. Después podrás concentrarte en cada porción del bosquejo general individualmente.


7- Estudia con unos cuantos amigos. Los mejores grupos de estudios no sobrepasan los 3 a 4 integrantes y son extremadamente efectivos (si trabajas bien en grupo). Para asegurarte de que tu grupo de estudios te lleve a donde quieras llegar y no seas solo tú y tres amigos comiendo bocadillos y hablando del programa de televisión más reciente, recuerda lo siguiente:


Examenes


♦Tengan una persona designada líder (podrán tomarse turnos si es necesario). Esa persona tendrá que mantener el grupo bien encaminado.

♦Establezcan el tema de estudio y el método antes de reunirse. Fijar objetivos hará que sea más fácil alcanzarlos.

♦Haz que todos estén lo más preparados posible. Un integrante flojo que no se toma las cosas en serio arruinará todo el grupo. Si es el caso, échenlo del grupo. En serio.

♦Traigan comida, bebidas y háganlo lo más divertido posible. Pruébense entre sí, conversen y hagan que la información sea interactiva. Entre más estimulante sea, recordarás más cuando venga el día del examen.


Sin embargo, lo importante será saber que todo se resume a conocer lo más conveniente para ti. El punto es que todos son diferentes. Algunos estudios aseguran que uno debería estudiar justo antes de acostarse o justo al despertarse, porque en esos momentos es cuando el cerebro está más predispuesto a absorber y retener la información. Otros dicen que la hora perfecta es en la tarde. Algunos trabajan bien en grupos, mientras que otros prefieren estar solos. En fin, haz lo que sea más conveniente para ti.


♦Si bien algunos estudios desmitifican la clasificación de los tipos de aprendices, quizá quieras probarlo de todos modos. ¿Prefieres escuchar un contenido nuevo? ¿Leer? ¿Hablar sobre ello? ¿Qué manera te ayudará a recordarlo? A la hora de estudiar, enfócate en la metodología.


Paso 2 de 3: Preparate para el examen


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1- Cálmate. Si los exámenes te estresan, la ansiedad hará lo opuesto a ayudarte. Lo que más te convendrá será estar lo más calmado posible. A continuación te presentaremos algunas ideas para que tu zen pueda fluir:


♦Haz yoga. Resulta que el yoga podría ayudarte a mejorar la ansiedad y tu periodo de atención. Y si quema calorías, ¡será un 3 x 1!

♦Medita. Quizá ya estés enterado de que la meditación disminuye los niveles de estrés y de ansiedad. Lo único que necesitarás son unos cuantos minutos al día.

♦Huele algunos aceites esenciales para gozar de una explosión de aromaterapia. Oler lavanda o romero en realidad podría reducir la ansiedad del examen. ¿Acaso podría ser más fácil?


2- Duerme. Para funcionar al 100%, tu cerebro necesitará dormir. Punto. Será bueno procurar dormir 8 horas, pero será suficiente entre 7 y 9. Si no duermes lo suficiente, tu atención, concentración y memoria sufrirán. ¡Así que no te arriesgues!


♦En otras palabras, no te quedes despierto estudiando toda la noche. No te será beneficioso en lo absoluto y sin lugar a dudas no retendrás la información que estudiabas medio despierto a punta de café y barras de chocolate a las cuatro de la madrugada. Si alguna vez estuvieras en esa situación, ten presente que mejor será que vayas a dormir.


3- Piensa también en tu cuerpo. Tener la alimentación correcta antes de un examen podría ser también la cereza del pastel: si tu cuerpo no se siente tan bien como de costumbre, tu mente también se quedará atrás. Procura no consumir demasiada comida procesada, pues estar siempre con un pico de azúcar no será divertido.


♦¿Quieres algunas directrices alimenticias? Opta por el omega 3 y el 6. Estos nutrientes están presentes en el pescado, las nueces y el aceite de oliva, los cuales te ayudarán a disminuir la ansiedad provocada por el examen.


4- Ejercitar tu mente ejercitando tu cuerpo. Los científicos están trabajando mucho para determinar la relación entre el potencial creativo y los ejercicios aeróbicos; resulta que lo segundo aumenta el primero durante aproximadamente 2 horas después del ejercicio. Así que, si tu cerebro se siente un poco aletargado, ve a la calle o a la piscina.


♦Inclusive las sesiones de ejercicio físico de baja intensidad podrían beneficiar las calificaciones de los exámenes. Ciertos estudios muestran que estas te pondrán más alerta y energizado, cosa que preparará tu cerebro para el momento dominante de la prueba.


5- Escucha música. No, escuchar música clásica no te hará más inteligente, pero escuchar la música que disfrutas podría aumentar tu potencial cerebral, lo cual afinará tu agudeza mental temporalmente después de escucharla. Así que si los últimos éxitos del pop te hacen mover el esqueleto, escúchalos, pero si prefieres la música melódica y los ritmos estimulantes, perfecto.

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♦En realidad, lo anterior se aplica para cualquier cosa. ¿Tienes tu novela favorita en un CD? Escúchala. Todo lo que ponga en marcha tus receptores de la felicidad también pondrá en marcha el resto del cerebro.


6- Simula el ambiente del examen. Resulta que los seres humanos realmente somos excepcionales: tendemos a recordar información si estamos en una situación que refleja aquella en la que primero tuvimos acceso a ella. En otras palabras, ¿estudiaste para el examen en la biblioteca, vestido de morado y te comiste una barra energética? Entonces, da el examen en la biblioteca, vestido de morado y cómete otra barra energética.


♦A este fenómeno se le denomina memoria estado-contexto dependiente. ¡Incluso verás que es cierto si estudiaras ebrio! Así que si tienes acceso al lugar donde vayas a tomar la prueba, procura estudiar ahí el mismo día del examen, come lo mismo y ten el mismo estado de ánimo.(21) Sí, ¡también el estado de ánimo!


7- El día del examen, toma desayuno. Quizá pienses que dormir o estudiar sea la mejor apuesta, pero tendrás que cuidar tu cuerpo. Ciertos estudios demuestran que aquellos que toman un desayuno completo antes de un examen obtienen calificaciones significativamente mejores. Así que tómate 10 minutos de tu día para reabastecerte de combustible, literalmente.


♦No nos referimos a las donas, sino los alimentos llenos de proteínas como los huevos, avena o algún lácteo de bajo contenido graso y carne magra. ¡Tendrás que reabastecer tu azúcar en sangre y darle energía a tu cuerpo para que puedas dar lo mejor de ti!




Paso 3 de 3: Dar el examen.


tips


1- En todo caso, ve más preparado de lo necesario. Cuando te sientes a dar el examen, no tendrás que preocuparte de nada. Trae unos cuantos lápices, bolígrafos, gomas, tu calculadora, papel de borrador, en fin, todo lo que podrías necesitar y un poco más. Estar más preparado de lo necesario no solo te relajará, sino que si surge algún problema, ¡estarás listo!


♦Ten un paquete lleno de mentitas mientras estés dando el examen. Los estudios demuestran que oler la menta aumenta la concentración, te pone más en alerta y te da un impulso pequeño que podría marcar la diferencia. Así que si la respuesta te evade, cómete una mentita y luego vuélvelo a intentar.


2- Si no sabes la respuesta, sáltate la pregunta por un momento. Debido a que el examen es de tiempo limitado, lo último que querrás es preocuparte por el reloj. En lugar de que el tic tac suene cada vez más fuerte mientras te quedas mirando fijamente la pregunta en blanco, sáltatela. Responde todas las que podrías responder con tus ojos cerrados y maniatado, luego vea a las preguntas más difíciles. Tu mente estará cargada con todo lo que sabe, lo cual hará que el resto del examen sea un poco más fácil.


♦Cuando hayas respondido todas las preguntas fáciles, ve a las que valgan más puntos. Si no respondes una pregunta que vale el 10% de la calificación, no tendrás mucha esperanza para el resto del examen. Así que si estás en esa posición, sopesa tus opciones.


3- Vuelve a comprobar tus respuestas. Si cabe la posibilidad de que hayas omitido una pregunta, la hayas interpretado mal o hayas rellenado el círculo equivocado, sabrás que lo habrás detectado si revisas y vuelves a comprobar tus respuestas (claro, si tienes tiempo). También recuerda tener en cuenta el punto más importante: ¿pusiste tu nombre?


♦Evita la tentación de cambiar tus respuestas. Por lo general, tu instinto tendrá la razón. Si ves que al revisar tus respuestas las quieres cambiar, solo hazlo si has tenido una revelación que hayas olvidado.


4- Ten una actitud positiva. ¿Conoces ese mantra de “finge hasta que te salga bien”? También es totalmente válido para cuando tengas que dar un examen. Pensar en positivo y tener confianza en ti mismo te ayudará a desempeñarte mejor, aunque sea hazlo porque te mantendrá relajado (y estar relajado ayudará a tu mente a pensar con claridad). Entra con la cabeza en alto para que puedas salir de la misma manera.


♦Resulta que confiar en uno mismo forma gran parte del juego. Cuando uno confía en su memoria, esta se fortalece y se concretiza. ¡Así que ten confianza en tu cerebro! Entre más dependas de él, más te premiará con las respuestas correctas. Y por si no lo sabías, ¡tu cerebro es bastante fenomenal!