Todos conocen la pelicula del Lobo de Wall Street. La historia de un hombre que podía vender cualquier cosa.
Bueno, esta es la historia de otro hombre real que se propuso vender piedras como animales domésticos. Y lo logró!
En 1975, al principio de los años dorados de la sociedad de consumo, Gary Dahl introduce al mercado su animal de compañía, el Pet Rock (la Piedra Mascota).
La idea es simple. Poner una simple piedra en una caja de cartón con hoyos de ventilación para que la piedra pueda "respirar". Rápidamente, la piedra conoce un éxito fulgurante.
La piedra es vendida 3.95$, llegando a las 1.5 millones de unidades vendidas.
Gary Dahl, quien tomó este emprendimiento como una broma y quería distraer a los Norte-Americanos con una idea ligera, nos cuenta en la revista People : "La gente esta cansada de todos sus problemas. Esto los lleva a un fantástico viaje. Podríamos decir que pusimos un poco de sentido de humor en una caja".
Gary se consigue dos inversores, una tienda de abastecimiento y compra piedras lisas que vienen de las playas mejicanas por un centavo la unidad. Pero la genialidad de este hombre se encuentra en el packaging. Le hecho viruta en el fondo de la caja y la piedra era vendida con un manual de uso de más de treinta páginas en el que explicaba cómo adiestrar y cuidar a la Pet Rock..
"Si la piedra esta nerviosa, una vez que la hayan sacado de la caja, pónganla sobre viejos diarios. La piedra sabrá porque este diario esta ahí y no necesitara ninguna otra instrucción. Se quedara sobra el diario hasta que la muevan"
Menuda tontería… ¿no? Pero Dahl demostró a muchos que hasta la idea más estúpida puede llegar muy, muy, lejos con una estrategia de marketing muy bien estudiada. Parece ser que la moda de las Pets Rocks duró apenas seis meses pero, en ese tiempo, Dahl se hizo millonario.
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