El día en que Leonel cumplió su sueño (0 puntos)

Leonel es el del medio de cuatro hermanos que viven junto a su madre en barrio Villa Siburu. Tiene 13 años aunque su cuerpo acusa el de un niño de 6, eso sí, tiene la fortaleza y perseverancia de un titán. De hecho, si bien su estado de salud general es delicado los médicos aseguran que sería mucho peor de no ser por la “garra” que le pone cada día. Lo admiran por su apego a la vida.

Ayer LA MAÑANA, a través de PODIO, colaboró en lo que seguramente el niño guardará como uno de los mejores momentos: el encuentro con sus ídolos. Juan Carlos Olave, César “Picante” Pereyra, Guillermo Farré, Lucas Melano, Lucas Pittinari, Juan Quiroga, Gastón Turus (el capitán del equipo que lesionado también se sumó) y Abraham Rufail, vicepresidente segundo del club, lo sorprendieron en la habitación donde vive con su mamá Andrea desde hace más de un mes y que decoró con posters y fotos del pirata.

Apenas los vio, Leonel -quien por supuesto vestía una vieja camiseta del Celeste firmada por el Picante (dicen que no se la saca ni para dormir)- estalló en llanto y se perdió entre tantos abrazos y besos que recibió. Miles de fotos sacadas con celulares retrataron un momento mágico, la humildad y entrega de los jugadores se fundieron con la pasión del gran pequeño que hasta se animó a sugerirles un par de jugadas para el próximo enfrentamiento contra Estudiantes.

Además de los gestos de cariños, desbordado de la emoción, el “titán” recibió también una nueva remera de Belgrano que fue autografiada por cada uno de los jugadores con dedicatorias muy especiales. Para entonces, el corazón del pequeño estallaba de felicidad.

Desde ese momento, el pasillo 400 del hospital provincial vivió una revolución. Advertidos por la emoción de los propios jugadores, los chicos internados en otras habitaciones también se hicieron presente junto a los padres, médicos y enfermeros que disfrutaron de la generosidad de los jugadores.

De repente, la tranquilidad del Hospital de Niños pasó a ser un polvorín. Curiosos, médicos, enfermeros, padres de otros chicos también internados, los mismos chicos que miraban por los vidrios de otras habitaciones. Claro, estaban los ídolos de Leonel.

Cuando ya se iban, Rufail le dejó bien en claro una cosa: “Tomá la medicación, ponete bien que te tenemos que llevar a Alberdi para que veas un partido”. “Sí, dale”, respondió. Miró a su mamá y espetó “Me tenés que dar la medicación porque voy a ir a la cancha”.

Poné esto

“Escribí esto por favor”, le dijo Leonel a esta cronista mientras posaba para la foto con Olave: “Poné que estoy muy emocionado, quiero agradecerles a todos los médicos y enfermeras por salvarme la vida y a la doctora Mariana Anselmi por cumplirme mi sueño. Gracias a los jugadores porque me hicieron feliz hoy y siempre”. “Ah... poné esto también” siguió: “Los quiero mucho. Firma, Leonel”.

Así, con la simpleza y honestidad que caracteriza a los chicos pero con la convicción de un gran luchador, Leonel disfrutó de lo que para él fue el sueño de su vida.

Gracias Belgrano, fuerza Leonel!

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