viernes, 21 de junio de 2013

En Boca, la interna esta al límite (0 puntos)


a no hace falta hacer interpretaciones, Boca está al límite. Ya no cabe ni un alfiler en la Ribera. Las relaciones están tensas, los malos humores se potencian y los status ya no cuentan. No hay apellido que seduzca y son los propios actores los que se animan a decir lo que otros eluden o prefieren mantener bajo la alfombra. En realidad, las palabras de Walter Erviti y Santiago Silva permiten leer lo que desde hace varios meses se advierte en el conjunto xeneize. El encanto de Carlos Bianchi se esfumó apenas pasada la medianoche y la calabaza y los ratones están a la vista.


Antes nadie pensaba en irse del club ni hablar del entrenador más ganador de la historia, y mucho menos sacar a la luz la falta de comunicación diaria, pero la pésima experiencia de este primer semestre de la mano del Virrey y su lugarteniente Juan Román Riquelme, pusieron todo al descubierto. Ya no cuenta tenerlos como elemento para tentar a nuevos futbolistas, incluso, no alcanza para retener a los propios.


"Me cuesta llegar bien a los partidos. Estoy al límite en lo físico. Mi idea es volver a jugar como lo siento. Es cuestión de tomar decisiones para que yo pueda disfrutar los últimos años de mi carrera", dijo Walter Erviti antes de la eliminación de Boca de la Copa Argentina , en Catamarca. Y esta declaración del jugador más regular de este frustrante proceso, va más allá de tener una buena oferta de EE.UU. para continuar su carrera. Hay un desgaste mental que empuja al jugador a decirlo sin miedos a interpretaciones.


Y la aparición de Santiago Silva, en Rock&Closs, tampoco resulta casual. No por estar medidas las palabras del delantero uruguayo, sino porque hay un proceso que está haciendo erupción. "El del vestuario es un tema complicado. Hay cosas que no aportan. Acá hay que juntarse y tirar todos juntos. En los equipos en los que he estado, generalmente, cuando las cosas van mal, se habla. Acá no", reconoció el Tanque.


Y agregó: "Yo no me quiero ir, olfateo que me quieren hacer ir. Yo lo palpo. No soy un niño, un juvenil. Tengo mis años. Si no juego, es porque no me quieren. Si están buscando otro nueve... Igual, acá no pasa por los nueve de Boca. El problema es colectivo. Es imposible que un nueve de Boca se luzca, porque hoy Boca no tiene una identidad de juego, está claro. Los demás equipos tienen pelotas frente al arco. Acá, estando yo y no estando, no se ven situaciones de gol. Cualquier equipo mentalizado, a Boca le gana".


Y Silva fue muy claro en cada uno de sus conceptos. En sus palabras había mensajes: "Para mí no hace faltan tantos refuerzos. Cuando no estaba Carlos se hicieron cosas buenas y era el mismo plantel, sólo no estaban Chiqui Pérez y Ribair. Mi nivel es el mismo que todo Boca. Conociendo al entrenador, cuando escuche esta nota me va a venir a hablar. Ningún problema, hablaremos".


Está claro el proyecto del Virrey está en proceso de descomposición y necesita reacciones inmediatas. Por eso el presidente Daniel Angelici ayer decidió reunirse nuevamente con el técnico y rever algunas cuestiones que había pautado hace algunos días, como por ejemplo, la renovación de Clemente Rodríguez y Leandro Somoza. Es que varios dirigentes xeneizes pretenden que el técnico comience a reconocer algunos errores en sus elecciones. Y además, permita alguna sugerencia para intentar resolver un enorme problema: el vestuario. Bianchi cuando llegó al club le dijo a Angelici que él lo arreglaba. Nunca lo logró.


Incluso, pretenden charlar los pasos a seguir, porque no quieren volver a fallar en los refuerzos y pretende saber qué futbolista dejará ir, ya que Guillermo Burdisso, uno de los defensores por el que Boca se peleó con varios clubes para contratarlo fue declarado transferible. La decisión del DT tomó a muchos por sorpresa, no por el nivel del defensor, sino porque pensaron que el Bianchi podía recuperarlo.


Incluso, saben en la intimidad que son varios los futbolistas que no verían mal una salida de Boca. Y no tiene que ver con una mejor oferta de algún club, sino que no soportan el clima interno y miran con cierto recelo al técnico. Entre chicos y grandes el deseo de muchos es tratar de cambiar de aire.


Están todos al límite. Se necesita una renovación mucho más profunda que un par de refuerzos. El replanteo parece que es para todos. Sin distinción de cargos ni jerarquías. El interrogante será saber quienes soportarán semejante cosa.

atras y adelante


Los dirigentes de Boca trabajan para reforzar el plantel y el desembarco de Daniel Díaz está cada día más avanzado; incluso, viajarían dirigentes los próximos días a España para negociar con el defensor. Ayer se supo que está congelado el pase de Emanuel Gigliotti a Pumas, de México, y Boca volverá a tentarlo.

dixit


"Soy responsable de esto que pasa en Boca. Tengo que intentar darle la vuelta y poder obtener resultados satisfactorios"

Carlos Bianchi - DT de Boca







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