Comencé a fumar esporádicamente a los 14 años, en las vacaciones. Me acuerdo que quería parecer mas grande, piola, canchero, como quieran llamarlo. Los cigarrillos eran marca Richmond y recuerdo que el papel de cigarrillo era de un papel amarronado. Aunque les parezca extraño, era una sensación rara y me sentía como relajado, como si estuviera un poco volado y no era de extrañarse porque el cigarrillo tiene varios compuestos con diferentes funciones, hoy en día más de 400.
Luego de ese verano, se me ocurrió fumar al mediodía, cuando comencé las clases, en mi primer año de secundario. Era el único que lo hacía, y me iba a la vuelta de mi escuela para que no me vean. Un compañero se sumó y cuando se enteró el resto del curso tuve varias críticas.
Ese mismo año comencé a fumar un cigarrillo de regreso a mi casa, luego de salir de la escuela. Eran 3 cuadras después de bajarme del colectivo y aprovechaba a fumarme uno. Así se hizo diario.
Después comencé a fumar 1 por noche, y así me fui comprando un paquete de diez por semana, que terminé comprando diariamente. A los 18 años empecé a trabajar de Cadete, y al estar tanto tiempo en la calle y al estar stressado en algunos momentos comencé a fumar un atado de 20 por día hasta mis 22 años, cuando dejé.
Qué me llevó a dejar?:
- Sentía dolores en los huesos del pecho si apenas me tocaba.
- Dolores de cabeza semanales.
- Falta de sabor a las comidas.
- Es un gasto ENORME.
- Ataques de tos.
- Dolores de garganta.
- Mal aliento y los dientes empiezan a marcarse con nicotina y se vuelven amarillentos.
- Falta de aire, me agitaba seguido.
- Puntadas en el pecho esporádicas.
- Acidéz esporádica.
- Taquicardias.
Lo más importante:
Una de las cosas que más me motivó fue que mis problemas o situaciones de stress no iban a mejorarse con un cigarrillo, al contrario, las pueden empeorar. Con lo que ahorré me pude comprar varias cosas que antes no contaba por el vicio. Siempre hubo un momento en el cual no necesitábamos fumar para vivir, hay que volver a eso.
Espero que les haya servido. Es importante tener apoyo de familiares y amigos. Si estás en un ambiente en el cual fuman es más difícil pero NUNCA imposible.Tengo que reconocer que aumenté de peso cuando dejé, pero después pude volver a estar en peso normal. Actualmente tengo un 97% de recepción de oxígeno en mis pulmones, hace 4 años y medio que dejé. Tuve algunas recaídas pero me hicieron ver lo malo que es.
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