Actualizado: 1 de julio de 2013, 20:54 EDT
ESPNtenis.com
GettySerena Williams sufrió recién su 3ª caída del año
LONDRES -- Tras la despedida en octavos de final de Wimbledon y el fin a una racha invicta de 34 partidos, la estadounidense Serena Williams mostró su descontento en conferencia y reveló la merma física que la invadió en el tramo final del juego.
"No podría estar más desilusionada", graficó la N°1 del mundo, que desperdició una ventaja de 3-0 en el último parcial. "No pude continuar el ritmo del segundo set", reveló luego de caer por 6-2, 1-6 y 6-4 a manos de la alemana Sabine Lisicki.
Serena remarcó que lo que más le costó en la tercera manga fue sumar con el servicio, uno de sus principales aliados en el circuito. "Físicamente me costaba poder mantenerlo. Una tiene que estar lista y con ganas de jugar sus games de saque. Yo simplemente ya no quería hacerlo", ilustró.
En efecto, en los ocho games que había afrontado al servicio hasta ese 3-0 en el el tercer set, Serena solo había sufrido dos quiebres de servicio; en los cuatro siguientes, padeció tres.
La otra cara de la moneda, claro, fue Lisicki. "Todavía estoy temblando", resumió la alemana, con una sonrisa imborrable ante las cámaras y los micrófonos. Se trata de la cuarta vez (y tercera consecutiva) que la N°24 del mundo llega a cuartos de final en Wimbledon; increíblemente, único Grand Slam en el que superó los octavos. Ahora buscará igualar su mejor actuación, registrada en 2011, cuando llegó a semifinales y cayó con Maria Sharapova.
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