martes, 1 de julio de 2014

Se vienen los belgasaurios! (0 puntos)

Con mucho sufrimiento, los Diablos Rojos belgas pagaron su falta de punch ante los Estados Unidos del gran Tim Howard y debieron esperar hasta el suplementario para, con goles de De Bruyne y Lukaku, derrotarlos y pasar a cuartos, donde van por Argentina.

Se vienen los belgasaurios!


La parió. Bélgica parió su clasificación a cuartos de final. Lo tuvo mil y una vez a Estados Unidos para el cachetazo pero debió esperar hasta tiempo suplementario para saber qué era hacerle un gol al gigante Tim Howard. Entre De Bruyne y Lukaku, consiguieron hacer la diferencia y un acto de justicia ante un equipo yanqui que despertó en los últimos 15 minutos de la prórroga, donde descontó vía Green y tuvo chances de llevar el partido a penales. Sí, los Diablos Rojos, tal como se conoce al elenco europeo desde 2006, pasó con susto. Tuvo los quetejedi en la garganta. En la garganta del Diablo...


Dio la sensación, en el primer tiempo, desde el minuto inicial, que Bélgica arrancaba mejor pisado. O al menos, con el dominio de las acciones. A los 40 segundos nomás, Howard le tapó un mano a mano a Origi. De una. ¿Se venía una lluvia de goles en Salvador, la sede donde más se gritó en este Mundial? No, un espejismo nomás. De hecho, por un buen rato, lo más interesante había sido la invasión de campo por un hincha que se mandó al field del Fonte Nova con una remera de Superman. Sin embargo, el juego no tenía superhéroes. En los Diablos Rojos, cualquiera pudo serlo. De Bruyne tuvo unas cuantas, Hazard, cuando dejó la banda y se tiró de enganche, también. Origi, que reemplazaba como titular al cuco Lukaku, tardaba mucho en definir el partido 56 del Mundial. Y los norteamericanos, como en todas partes, no dan puntada sin hilo. Y se aprovecharon de la lesión de Johnson y el ingreso del petiso Yedlin para empezar a hacer ruido por derecha con proyecciones y una serie de centros atrás que complicaron más de la cuenta a una Bélgica que merecía y que no concretaba. El juego seguía abierto y el pronóstico reservadísimo.


La tendencia inicial prosiguió en el complemento, al punto que al minuto, Van Bruyne se dio el gusto de meter un centro tres dedos para que Mertens, con su escaso 1, 64 m., cabeceara solitario en el área. De no ser por la volada de Howard. Pero... Así es Bélgica. Siempre con un pero... Y Origi también, siempre con un pero. Entre que no llegaba a ningún centro rasante, después le sumó su cabezazo en el ángulo, y lo volvió a hacer lucir al 1 de USA. Y... El cántaro iba a la fuente aunque... Nada, che. Por ataque por inercia, burocrático, enganche para acá, enganche para allá, y otro enganche para acá... Bélgica no rompía su dibujo ultraflexible pero lo adelantaba 20 metros. Con Mirallas en cancha, Origi empezó a asistir un poco más y Howard a hacerse un picnic. Seguía manteniendo el cero y desesperando a los de Wilmots, entregando algunos espacios. Ni así los yanquis sacaban una contra digna. Dempsey intentaba romper la monotonía de media distancia y obligaba a Courtois a dejar las palabras cruzadas para otro momento. Howard no podía darse ese gusto. Lo seguían peloteando de lo lindo. Y así llevó al partido al suplementario, el 5° en esta fase de octavos de final, que Wondoloski pudo haber evitado sin el segundo minuto de descuento no se perdía bajo el arco un gol increíble...


Wilmots no aguantó más y volvió a sus preferencia. Los últimos 30 minutos se iban a jugar con Lukaku en cancha. Así y todo, la primera del petit partido la tuvo Jones, con un cabezazo alto. La estrategia cambió. Ahora Bélgica esperaba y Estados Unidos salía. Pero, desacombrado al protagonismo, USA cayó en la trampa. Salió achicar muy arriba, Lukaku, casi como wing izquierdo, le ganó fácil la posición a Besler, mandó el centro atrás y De Bruyne, en mil tiempos, al fin definió cruzado. Fueron 90' de partido, seis de descuento y dos de suplementario (98') para que los belgas se desvirguen frente a Howard. Luego hubo devolución de gentilezas: De Bruyne esperó a Lukaku, quien fusiló al pobre Tim. El descuento del ingresado Green (tras exquisito pase frontal de Bradley) le dio un poco de esperanza a los de Concacaf, que injustamente pudieron igualarlo con una disparo de cachetada de Jones y con un disparo bajo el arco de Dempsey (tras jugada preparada) que tapó Courtois. Pero. Ellos también siempre tienen un pero... Ya no había con qué darle a los belgas: estaban en cuartos. ¿Argentina será la próxima víctima para sus Diabluras?







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