Clarín había revelado, en su edición de ayer, que el ajuste de precios para los cero kilómetro (el primero tras la fuerte devaluación del peso en las primeras semanas del año), oscilará entre 5% y 15% a partir de este sábado. En algunas concesionarias, ayer aportaron mayores precisiones: en promedio, el ajuste entre el 31 de diciembre y el 31 de enero, supera el 12 por ciento. Y en algunos casos, como señaló el propio Príncipe, la suba podría superar el 20%, ya que la versión más cara del VW Gol (el Power cinco puertas) tenía un precio de lista de 88.660 pesos a comienzos de enero. La automotriz alemana, líder en ventas en el mercado interno, ajustó ayer su lista de precios en un 20% promedio.
Esa suba está ligada a la devaluación del peso y afecta exclusivamente a los modelos más económicos que ofrecen las concesionarias, los vehículos que en la jerga automotriz se conoce como “generalistas”. Por ese motivo, ayer en la Asociación de Concesionarias de Automotores (ACARA) revisaron hacia abajo sus pronósticos de ventas para este año: ahora estiman que los patentamientos de 2014 difícilmente superarán las 600.000 unidades, esto es, una caída de casi 40% respecto a los 942.000 del año pasado.
El precio de los autos está atado a la cotización del dólar oficial porque, o bien porque son vehículos importados (60% de la oferta actual de las concesionarias) o porque los modelos de producción nacional contienen entre 70% y 80% de autopartes importadas.
En cuanto a los vehículos más caros, el nuevo ajuste significa que una gran cantidad modelos medianos ya quedarán a tiro del nuevo impuesto interno que sancionó el Congreso a fines del año pasado. Ese nuevo impuesto había sido pensado para gravar exclusivamente a vehículos de lujo, pero como la base de ese impuesto es fija, ahora va poco a poco alcanzando no sólo a unidades de alta gama, sino también a unos cuantos medianos, varios de los cuales son incluso fabricados en el país.
El impuesto es del 35% sobre los vehículos que tengan un precio mayorista de 170.000 pesos y del 50% para aquellos que superan los $ 250.000. La fórmula de incremento no es automática, ya que cuanto más caro es el vehículo, mayor es la incidencia del nuevo impuesto. Para los vehículos de alta gama, cuyo precio mayorista ronda los 50.000 dólares (400.000 pesos), el precio final al público termina siendo de $ 800.000, esto es, un incremento sólo por el nuevo impuesto de 100%.
“Estos gravámenes hacen entrar a 60% o 70% del mercado dentro del segmento gravado con impuestos internos”, dijo Príncipe en declaraciones a Radio 10. “Supongo que el Gobierno estará inquieto, porque los autos generaban una recaudación importante. No creo que quiera resignar eso. Además, sería una pena que se produjera una parálisis y se pierdan empleos”, agregó.
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