Qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de fumar (0 puntos)

¿Sabías que el organismo comienza a sentir los beneficios de dejar el tabaco tan solo 20 minutos después? ¿Y sabes qué le pasa a tu cuerpo cuando dejas de fumar? Veámoslo paso a paso. Averígualo leyendo lo que sigue.

20 minutos después

Apenas pasado un cuarto de hora y cinco minutos desde tu último cigarro, tu ritmo cardíaco comienza a estabilizarse.

2 horas sin fumar

Tanto tu ritmo cardíaco como la presión arterial, están en niveles casi normales. La circulación sanguínea mejora y puedes sentir calor en las yemas de los dedos de las manos y de los pies.

12 horas después de dejar de fumar

El monóxido de carbono en tu cuerpo se reduce y los niveles de oxígeno en sangre se incrementan, volviendo a la normalidad.

24 horas sin fumar

Los fumadores tienen un 70 por ciento de mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón que quienes no fuman; pero si ya llevas un día sin hacerlo, tú riesgo ha empezado a disminuir.

2 días sin fumar

El olfato y el gusto se pierden de manera importante con el hábito de fumar, después de 48 horas sin hacerlo las terminaciones nerviosas inician el proceso de regeneración y éstos sentidos se recuperan.

3 días después de abandonar el cigarrillo

Ya no hay nicotina en tu cuerpo, por lo mismo los síntomas de abstinencia pueden verse acentuados y provocar dolores de cabeza, náuseas o calambres, cambios de humor.

3 semanas sin fumar

Podrás hacer ejercicio sin apenas fatigarte, gran parte de las células de tu cuerpo han entrado en el proceso de regeneración, por lo que te sentirás mejor y más saludable en varios aspectos; tendrás mejor circulación y función pulmonar, tus pulmones estarán más limpios y claros. A esta altura prácticamente no tendrás síntomas de abstinencia.

Tus pulmones comenzarán a repararse y así se verá disminuido el riesgo de contraer infecciones, poco a poco tendrás menos tos y flemas.

Tienes menos posibilidades de sufrir un derrame cerebral, ahora estas en igualdad de condiciones en comparación a alguien que nunca ha fumado.

A esta altura el riesgo de sufrir cáncer pulmonar se verá reducido en un 50% en relación con un fumador, también el de contraer cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga, riñón y páncreas.

Cualquier afección cardíaca que pudieras sufrir, ya no será una consecuencia derivada del hábito de fumar, tu riesgo es igual al de alguien que no ha fumado nunca.

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