Fue un fenomenal jugador antes en el Stuttgart y Arsenal, con una capacidad de carrera y regate que lo convirtieron en afamado extremo a la vieja usanza. Lo tenía todo, pues, para triunfar en el que sería considerado uno de los mejores equipos de la historia del fútbol, el Barcelona de 2009.
Pero se quedó, no llegó, se ausentó. Escribió de él Manel Estiarte, ‘alter ego’ de Guardiola, en su libro ‘Todos mis hermanos’ sobre Hleb que “en los primeros meses no diré que estaba distraído pero... ni perdido, pero... ni despistado, pero...". Y así fue.
El mejor jugador de fútbol de Bielorrusia se perdió en la noche de los tiempos con posteriores cesiones mientras seguía cobrando, eso seguro, una fortuna de sueldo del club catalán. Salió mal, rana. Incapaz de integrarse en el grupo culé, llegaba a las citas con retraso y, si lucía en un entrenamiento, jamás en un partido. De hecho, no marcó un solo gol en los 36 partidos en los que llegó a aparecer con el Barcelona. No fue un juguete roto, pero sí un juguete defectuoso. Le vino grande el puesto. Mucho ruido y pocas nueces.
Debut con derrota en Soria
Debutó en la derrota del Barça en Soria ante el Numancia (2008/09) y, a la jornada siguiente, ya fue titular ante el Racing de Santander, aunque fue lesionado antes del descanso en el tobillo por una dura entrada de Pinillos. Primer contratiempo físico del bielorruso que no llegó a asentarse nunca.
En la actualidad. Hleb (32 años) da sus últimos pasos en el BATE Borisov, el campeón bielorruso, y sigue en la modesta selección de su país. Aleksandr Hleb suma tres goles en 16 partidos con el BATE y ha vuelto a la Selección tras estar apartado un tiempo. Tampoco le ha ayudado el calvario de lesiones que ha marcado también su carrera. No jugará contra España en el estadio de Son Moix por sanción, ya que vio una amarilla de ciclo en la derrota 2-4 contra Francia.
Hijo de marinero y albañil
Hleb, hijo de un marinero y una albañil (en la antigua Unión Soviética la igualdad de las mujeres se aplicaba con naturalidad a los oficios) se hizo como futbolista entre las canteras del Dinamo de Minsk y del BATE antes de ser captado por el Stuttgart. Allí, en la Bundesliga, deslumbró al punto de que en 2005 el Arsenal londinense pagó 15 millones de euros por él, donde continuó con su destacado rendimiento. Guardiola se enamoró de su fútbol y le cuadraba su condición de extremo para abrir el juego por banda. Pagó el Barça al Arsenal la friolera de 17 millones.
Comenzó el carrusel de cesiones: retorno nefasto al Stuttgart y luego Birmingham y Wolfsburgo, sin triunfar en ninguno de ellos tampoco. Incluso se desvinculó definitivamente del Barça en 2012, seis meses antes del final de su contrato, y fichó por el equipo ruso del Krylya Sovetov Samara. Sólo duró unos meses (8 partidos) hasta volver al BATE con Víktor Goncharenko de entrenador, el Guardiola bielorruso, donde ha vuelto a sentirse importante.
Destacó en el triunfo por 3-1 de la temporada pasada en Champions League ante el futuro campeón, el Bayern, aunque ninguno de los tres goles llevó su sello en forma de tanto o asistencia. Pero jugó los 90 minutos. En abril, en cambio, vivió su peor momento en el BATE cuando fue suspendido por cinco encuentros por agresión a un rival en el partido de Liga ante el Neman Grodno.
via Taringa.net - �ltimos posts http://ift.tt/MMdeOX
No hay comentarios:
Publicar un comentario