Las quince islas desiertas más grandes de la Tierra
Según diversos estudios acerca de la psicología y la sexualidad masculinas, una de las fantasías eróticas más recurrentes entre los varones occidentales es quedarse varado en una isla desierta con la mujer de sus sueños o, mejor todavía, con varias mujeres. En el imaginario colectivo, una isla desierta es un lugar medianamente paradisíaco, con sus palmeritas, sus playas de arena blanca y fina y sus cocoteros de los que obtener leche fresca cuando uno lo desee. Bueno, pues siento decepcionaros. Ni una sola de las islas que hoy vamos a visitar siquiera se parece a esa isla desierta ideal. Si uno aterrizara en ellas con la mujer de sus sueños, probablemente fallecería junto con ella en menos tiempo del necesario para que alguien los echara de menos en casa. Hoy vamos a repasar la lista de las islas desiertas más grandes del mundo. Si estás pensando en esto… vete olvidando.
15.- Isla Bylot, Nunavut, Canadá. 11.068 kilómetros cuadrados. (Jamaica)
Situada al norte de la isla de Baffin, la más grande de Canadá, la Isla Bylot debe su nombre a un explorador británico (estoy seguro de que por algún motivo esto no os sorprende) que fue el primero en llegar allí en 1616. La insularidad del territorio, sin embargo, no pudo probarse hasta dos siglos y medio largos más tarde, en 1872, cuando un barco ballenero la rodeó finalmente. Está tan cerca de la isla de Baffin que los Iniut de por allí la visitan a menudo caminando durante el larguísimo invierno ártico.
Mola, ¿eh? (fuente)
14.- Isla Elief Ringnes, Nunavut, Canadá. 11.295 kilómetros cuadrados (Qatar)
Situada en el vastísimo Archipiélago Ártico Canadiense, la Isla de Elief Ringnes le debe su nombre a un cervecero noruego que patrocinó la expedición del Fram capitaneada por Otto Sverdup entre 1898 y 1902. En reconocimiento a su aportación, dos islas descubiertas por la expedición fueron llamadas Elief Ringnes y Amund Ringnes. También habían sido patrocinadores de la expedición de Firdtjof Nansen unos años antes, en la que se produjo la mayor coincidencia de todos los tiempos. En esa expedición también se usó el Fram, barco en el que Roald Amudsen viajaría a la Antártida y visitaría el Polo Sur en 1912. En honor a todo ello, ahí va una publicidad gratuita de la cerveza que patrocinó tantas cosas chulas. Por Dios, tienen una cerveza que se llama Nunavut. Quiero ser noruego.
13.- Isla de la Revolución de Octubre, Rusia. 14.170 kilómetros cuadrados (Bahamas)
La toponimia soviética abundaba en homenajes a sus más recientes fechas y hechos significativos. Así, por ejemplo, tenemos el Archipiélago de la Tierra del Norte, el último en ser descubierto y cartografiado, en una fecha tan tardía como 1933. Lo forman islas con nombres como Revolución de Octubre, Komsomolets (por el Komsomol, las juventudes comunistas de la URSS) o Bolchevique. El paraiso para nostálgicos del estalinismo, que de todo hay. A diferencia de lo que pasó con Leningrado, la caída del comunismo no llevó al cambio de nombre de las islas y ahí siguen, tan desoladas como siempre. La Revolución de Octubre es la de en medio. La de arriba es la de las juventudes leninistas y la de abajo la Bolchevique. Las vistas son magníficas (fuente).
12.- Nordaustlandet, Svalbard, Noruega. 14.433 kilómetros cuadrados (Timor Oriental)
El archipiélago de Svalbard está compuesto por tres islas principales, Spitsbergen, Edgeøya y la que nos ocupa aquí, de las cuales únicamente la primera está habitada. Como suele pasar cuando u no está por encima de los ochenta grados de latitud, hace frío todo el año y la isla está cubierta de hielo y glaciares. El nombre de la isla viene a significar “Tierra del Nordeste”, nombre Spitsbergen-céntrico que los nativos de la isla deberían cambiar. Pero claro, no los hay. Gente no habrá, pero glaciares los que quieras (fuente)
11.- Isla Thurston, Antártida. 15.700 kilómetros cuadrados
Con sus 215 kilómetros de largo y unos noventa de ancho en su punto más amplio, la isla Thurston es la tercera más grande de la Antártida. Situada muy por debajo del círculo polar, está cubierta de hielo permanentemente. En 1946 un avión del ejército de EE.UU. se estrelló allí. Murieron tres personas y hubo seis supervivientes, que tuvieron que esperar trece días en mitad del hielo a ser rescatados. Los restos de los fallecidos fueron enterrados en la isla y allí siguen casi setenta años después.La isla Thurston se encuentra en la única porción de la Antártida sin reclamaciones territoriales. Aunque eso es relativo. Un avispado norteamericano, de nombre Travis McHenry, afirma que el Tratado Antártico sólo afecta a estados establecidos. Y él no es tal cosa. Así que reclama esa porción de hielo como territorio soberano, bajo el nombre del Gran Ducado de Westártica, o Gran Ducado de la Antártida Occidental. Ahí, a lo modesto. En su web informan acerca del, ejem, gobierno, la, ejem, Historia, y de los requisitos para obtener su, ejem, ciudadanía.
Instalación de una estación de medición sísmica en la Isla Thurston (fuente). Debajo, monedas de Westártica con la Isla Thurston como motivo.
10.- Isla del Príncipe Patrick, Territorios del Noroeste, Canadá. 15.700 kilómetros cuadrados.
Por si no lo sabíais, Canadá es una monarquía. Su jefa de estado, de forma nominal, sigue siendo la Reina de Inglaterra. Así que no os sorprendáis con tanta toponimia monárquica ártica canadiense. La Isla del Príncipe Patrick debe su nombre a un gobernador de Canadá que también era hijo, casualmente, de la Reina Victoria. La isla estuvo habitada por científicos de Canadá y EE.UU. hasta 1997, fecha en la que se automatizó la estación meteorológica que todavía hay en la isla. Desde entonces permanece yerma y gélida. Como suele ocurrir en semejantes latitudes. Un poco desolado, el lugar (fuente).
9.- Isla de Barhurst, Nunavut, Canadá. 16.042 kilómetros cuadrados
La Isla de Bathurst estuvo habitada por los antecesores de los Inuit probablemente hasta el siglo XIII de nuestra era, según las excavaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en Brooman Point, pero desde entonces allí no vive nadie. La isla en sí es otra del grupo de Islas de la Reina Isabel (Canadá y Monarquía, ya sabéis), y su silueta no pudo ser cartografiada correctamente hasta 1947 debido al hielo permanente que la cubre tanto a ella como a todos los islotes cercanos. Isla de Bathurst, o de Muérete-De-Asco (fuente).
8.- Isla Somerset, Nunavut, Canadá. 24.786 kilómetros cuadrados (Macedonia)
Al igual que su antecesora en esta lista, la isla Somerset estuvo habitada por los Thule allá por lo que en Europa venía a ser la Baja Edad Media (siglo XI, década arriba o abajo). También estuvo habitada entre 1937 y 1948, mientras estuvo activo el puesto comercial de Fort Ross, que se cerró debido a las infernales condiciones climáticas. Los restos abandonados del puesto se usan como refugio por los Inuit de Resolute y Taoloyak, situados al norte y sur del lugar, respectivamente. Lo que queda de Fort Ross (fuente)
7.- Isla del Príncipe de Gales, Nunavut, Canadá. 33.339 kilómetros cuadrados (Moldavia)
Tercer miembro de la familia real británica con su propia isla deshabitada enorme. Me gustaban más los cerveceros, francamente. Fue descubierta para los europeos en 1851, durante una de las muchas expediciones que buscaron a John Franklin y a sus hombres, desaparecidos en 1845. Nunca ha estado habitada. 6.-
Isla de Melville, Nunavut y Territorios del Noroeste, Canadá. 42.149 kilómetros cuadrados (Países Bajos)
Como una gran parte del Ártico Canadiense, la isla de Melville fue descubierta para los europeos por William Parry. De hecho, el archipiélago que contiene a casi todas las islas de esta lista se llamaba “Archipiélago de Parry” hasta que en 1952 a los canadienses les dio por cambiarles el nombre y dedicárselo a la recién coronada Reina Isabel de Inglaterra. Terrible injusticia para Sir William. La isla que aquí nos ocupa lleva el nombre del Vizconde de Melville, que tampoco estuvo allí. Habría que cambiar las normas para ponerle nombres a los sitios. En un extremo de la isla se encuentra la Piedra de Parry o Parry’s Rock, un pedrusco enorme que el propio Parry grabó cuando pasó un invierno en la isla tras recorrer parte del Paso del Noroeste. La Roca de Parry (fuente). Más abajo, una foto de la instalación de una placa conmemorativa en 1909 (fuente).
5.- Isla de Axel Heiberg, Nunavut, Canadá. 43.178 kilómetros cuadrados (Dinamarca)
Axel Heiberg fue un diplomático noruego que, tras pasar un tiempo en China y con lo ahorrado allí conoció a unos hermanos y puso el capital para montar una fábrica de cerveza con ellos, y se dedicaron a patrocinar expediciones polares. Sí, la historia te suena porque te la conté hace nueve islas. El mismo Otto Sverdup que les dio el nombre de los cerveceros a un par de enormes islas también le otorgó la dedicatoria de esta isla al cónsul noruego, y por la misma razón. Tiene que tener su cosa esto de tener una isla que se llama como tú. Existen las Islas de Diego García, pero lamentablemente no la de Diego González.En Axel Heiberg hay una estación científica levantada en los años sesenta, y que lllegó a tener veinte habitantes permanentes, pero actualmente se encuentra semiabandonada y sólo se usa en veranos esporádicos. Axel Heiberg, por su parte, tiene más islas a su nombre. Las rusas Islas Heiberg fueron descubiertas por Fidtjof Nansen y también dedicadas al diplomático noruego. Casi viajó más su nombre que él. Otto Sverdrup, por otro lado, da nombre al archipiélago al que pertenece Axel Heiberg (que a su vez forma parte de las Islas de la Reina Isabel). Sverdrup reclamó las islas para Noruega, pero en ese momento el gobierno noruego no estaba muy entusiasmado con hacerse cargo de un millón de kilómetros cuadrados de hielo y ventisca. Posteriormente, en los años 20, se utilizó esa reclamación de Sverdrup como moneda de cambio en las negociaciones con el Reino Unido para el reconocimiento de Jan Mayen y Bouvet como noruegos.
Glaciares en la Isla Axel Heiberg (fuente)
4.- Isla de Berkner, Antártida. 43.783 kilómetros cuadrados (Estonia)
Volvemos a la Antártida. La Isla de Berkner es la segunda mayor isla del continente helado; se encuentra dentro de la zona de reclamación argentina, y de hecho al norte de la isla se halla la estación Belgrano III, inactiva desde 1984. También la reclama el Reino Unido en su totalidad, mientras que Chile tan sólo afirma ejercer la soberanía sobre una pequeña porción del sudoeste de la isla. El concepto de isla en este caso, por cierto, es extremadamente laxo. Berkner se encuentra cubierta de y rodeada por hielo todo el año, de manera que uno puede ir caminando desde allí a cualquier otro punto de la Antártida. De hecho, eso es exactamente lo que suele hacerse: la isla suele ser un punto de partida para las expediciones antárticas terrestres. La Isla Berkner, en realidad, es un bulto en el hielo
3.- Isla Séverny, Nueva Zembla, Rusia. 47.079 kilómetros cuadrados (República Dominicana)
El Archipiélago de Nueva Zembla (Nueva Tierra, en ruski) es la continuación de los Montes Urales más allá de la Costa Ártica de la Rusia continental. Estuvo poblado por nativos de la etnia Nenezo hasta los años 50, cuando los nenezos fueron evacuados al continente y Nueva Zembla transformada en la zona de pruebas nucleares de la Unión Soviética, y el lugar convertido en una zona clasificada. Se supone que allí hay una base rusa, pero lo cierto es que la información acerca de ella es absolutamente nula. Así que la cuento como isla desierta. Sólo es seguro que en el punto más al norte de la isla hay una estación meteorológica automatizada. La isla Séverny (literalmente, Isla Norte) fue el lugar donde se lanzó la mayor bomba termonuclear jamás explosionada: la Bomba del Zar, con sus nada menos que 57 megatones, supuso una potencia explosiva superior (muy superior, de hecho) a todas las bombas lanzadas durante la II Guerra Mundial. Incluidas las dos de Hiroshima y Nagasaki. Y los lanzamientos de prueba previos. La explosión fue tan masiva que reventó ventanales a 800 kilómetros de distancia y el sonido dio tres veces la vuelta al mundo. La bola de fuego incineró instanáneamente un círculo de siete kilómetros de diámetro, y redujo a cenizas todo lo que había en una distancia cinco veces superior, arrasando casi cuatro mil kilómetros cuadrados de territorio. De haberse tratado de una bomba nuclear normal (de fisión, no de fusión) el área radiactiva habría sido mucho mayor que la que dejó Chernóbil. Normal que la isla esté desierta.
Hielo en la punta norte de la isla (fuente). Debajo, el hongo provocado la bombaca del Zar visto desde 160 kilómetros. En el momento de la foto la parte superior del hongo se encontraba a cincuenta kilómetros del suelo. De haber sido lanzado sobre una ciudad, la destrucción absoluta y total (incompatible con la vida) habría afectado a un círculo de setenta kilómetros de diámetro. Como petardo no estaba nada mal, pero lo cierto es que como arma de guerra era bastante lamentable por su descomunal peso, que hacía que sólo pudiera transportarse en un avión modificado, blanco fácil para cualquier sistema de defensa.
2.- Isla de Alejandro I, Antártida. 49.070 kilómetros cuadrados (Eslovaquia)
Fue descubierta por un germano-ruso de apellidos extremadamente rimbombantes, que le dio el nombre de Tierra de Alejandro I, el zar reinante por aquel entonces (1821). La insularidad del lugar no fue probada hasta 120 años más tarde por el ejército de Estados Unidos. En la isla hay una base británica llamada Fossil Bluff (yo tampoco entiendo el nombre) que es operada algunos veranos, pero por lo general, en la isla más grande de la Antártida no hay absolutamente nada. Vistas de la Isla Alejandro I (Alexander Island) desde un avión de la NASA (fuente)
1.- Isla de Devon, Nunavut, Canadá. 55.247 kilómetros cuadrados (Croacia)
Y aquí tenemos a la ínsula vencedora de esta particular competición. La Isla de Devon es la sexta más grande de Canadá y la vigésimo séptima más grande del mundo. Es más grande que la mayoría de los países europeos, por ejemplo. Y tiene la misma población que la Luna. Se ha intentado poblar la descomunal isla en dos ocasiones (1924 y 1948) para reafirmar la soberanía canadiense sobre el archipiélago, y en ambos casos la experiencia fue un fracaso. Actualmente sólo se pueden encontrar las ruinas de edificios de lo que un día fue Dundas Harbour. La isla se encuentra cubierta de hielo en su mayor parte. En su parte más gruesa, la capa de hielo alcanza los novecientos metros de espesor, y el punto más alto de la isla casi llega a los dos mil metros sobre el nivel del Océano Glacial Ártico. No es precisamente el sitio más paradisíaco del mundo, ¿verdad? Oasis polar en las orillas de la Isla de Devon (fuente). Debajo, pruebas de un robot K10 de la NASA en la isla (fuente).
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