Cerró su negocio el librero que defendía los "precios cuidados" del Gobierno

Gabriel Barrios apareció en un spot de Futbol Para Todos. Decía que no pensaba subir los precios.


Otro empresario que se funde gracias al "modelo"


“Bajó la persiana el librero que le peleó a la inflación”, tituló el diario de Río Negro. El librero neuquino, que hace un año se hizo conocido por no aumentar los precios y apoyar el programa Precios Cuidados del Gobierno, anunció que este fin de semana cierra el negocio por las deudas y el alto precio del alquiler donde funciona su negocio.


“Tomamos la decisión con mi vieja, mi compañera en este emprendimiento, de cerrar las puertas. Tratamos de reubicarnos en otros lugares, pero la verdad es que los alquileres están imposibles. Venimos desde hace meses, antes de las fiestas, tratando de conseguir una ayuda. Se nos ha hecho muy difícil", contó Gerardo Barrios.


Al librero se lo veía en un spot publicitario emitido en las tandas de las transmisiones de Fútbol Para Todos donde explicaba que él había apostado a mantener el precio de los artículos congelados para ayudar a sus vecinos.


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Cuando decidió no aumentar los precios, el comerciante contó que mucha gente se acercó a la librería, llegaban de diferentes barrios, e incluso de otras ciudades. Pero desde fines del año pasado, Barrios ya alertaba que su situación económica era complicada. "Me terminé convirtiendo en un centro de copiado, y si puedo seguir va a ser como un centro de copiados", aclaró.


Después de haber apoyado el programa de Precios Cuidados, el librero sintió que “le soltaron la mano”. “Me refiero tanto a los políticos que se nos acercaron en algún momento, como a cualquier político que podría haber tenido acceso a algún consejo o una orientación (...)", aseguró.


Durante la entrevista, Barrios recordó que su decisión de no aumentar los precios le trajo problemas porque había personas que lo relacionaban directamente con el Gobierno. "El mes que salió el spot publicitario tuve que cambiar la vidriera porque me reventaron los vidrios y las puertas", recordó. A pesar de todo, el librero sustuvo que "más que un proyecto familiar o personal pasó a ser un proyecto social".


"Traté de marcar un rumbo en la forma de comercializar, no ser siempre el tirano de los precios.Yo voy a morir en la mía, si consigo otro lugar dónde seguir trabajando voy a seguir trabajando con la misma política. Sé qué errores no debo volver a cometer ", aseguró.




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