Un canadiense estuvo muy cerca de ganar una enorme cantidad de dinero.
Siete segundos son los que separaron al canadiense Joel Ifergan de generar una verdadera fortuna: ¡21 millones de dólares! ¿Qué pasó? El hombre pidió su boleto de lotería justo antes de las 21, cuando se terminaba el plazo para jugar. Y, aunque eligió los números que resultaron ganadores, la máquina que imprimió la boleta lo hizo justo ¡siete segundos después! de esa hora.
Dado ese desafortunado hecho -nunca mejor dicho, desafortunado- se le negó la posibilidad de cobrar el premio. Todo esto sucedió hace siete años y, desde ese momento, Ifergan hizo todo lo posible para cobrarlo, en una verdadera batalla legal, en la que reclamó al menos la mitad del pozo.
No sólo el hombre no logró cobrar un sólo dólar, sino que, según sus cálculos, toda la batalla legal le costó unos US$ 100.000. El canadiense argumentó haber comprado el billete de lotería antes de las nueve de la noche, y aseguró que las máquinas de lotería en la provincia de Quebec -donde él jugó- son más lentas que las del resto del país. No obstante, la Corte Suprema de Canadá determinó que Ifergan adquirió el boleto ganador demasiado tarde.
"Estoy muy decepcionado por la decisión. No es por el dinero. Si hubiera comprado esos boletos en cualquier otro lugar de Canadá, me habría convertido en millonario hace siete años", le dijo Ifergan a la cadena de televisión CTV News, luego de conocer la sentencia.
No sólo ese disgusto se llevó el pobre Ifergan, sino que aseguró que estuvo muy cerca de sufrir un infarto cuando pensó que había ganado, y que planeaba dar parte de los millones a obras de caridad.
A pesar de todo, no se da por vencido, y seguirá jugando. Actitud no le falta.
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