No es novedad que actualmente el 90% de los medios de comunicación del mundo han quedado en manos de 6 compañías. No es novedad que esas compañías, en cuanto tales, no son imparciales, sino que actúan dirigidas por objetivos económicos o políticos.
Al mismo tiempo, las estadísticas dicen que en Argentina se ve un promedio de 6 horas diarias de televisión.
Es decir que, para buena parte de la sociedad, excluyendo las horas que demanda el trabajo y la satisfacción de necesidades básicas, en lo que resta de su día, “trabajan” para esas 6 compañías. ¿Por qué? Porque estas compañías, de tener un fin político, necesitan del consentimiento, necesitan de mayorías que actúen en la dirección que ellas marcan o, por lo menos, que queden anuladas por el temor o por el mutismo. Si fueran ignoradas desaparecerían o, por lo menos, no tendrían la capacidad para programar y aplicar con precisión de relojero sus plancitos.
¿A qué voy? Qué mejor que valerme de una pantallita -la de nuestros amigos de Youtube- para graficarlo. Veamos…
Ayer cuando abrí la página de Youtube, me llamó la atención que luciera, en la página de inicio, un flamante video bajo el título de “Soy Ucraniana. Y este video debe ser difundido por todo el mundo”.
En mi inocencia pensé que Youtube simplemente se conformaría, atento a las características de la página, de brindar un discurso diplomático o superficial. Digamos hacer un acto de presencia que lo ubique como social e internacionalmente responsable. ¿Fue así?
Clic y adentro.
link: http://ift.tt/1ef1Fp6
Empieza con un piano intenso de fondo acompañado de fuegos nocturnos que iluminan la destrucción. Pensé: “Bueno, un recurso demasiado berreta, pero nos lo puedo juzgar: resultado asegurado”
Seguidamente, aparece una atractiva joven ucraniana, con un tono que denota conmoción intensa. Ya el estómago me empieza a dar señales que me voy a encontrar con basura de la buena: podrida y en cantidad. Suficiente como para barnizar con ella una capa más de nuestro querido mundo.
En Ucrania ya han muerto más de 100 personas en pocos días.
El tema es complejo, ameritando diversos enfoques y puntos de vistas: posición geopolítica, historia, división entre los ciudadanos, gasoductos, actividad nuclear, lo que significa Rusia como potencia, lo que significa Rusia para las potencias, etc., etc. y muchísimos etcéteras más. Muchos.
Pero Youtube (adquirida por la multinacional Google, con sede en EEUU) ante una realidad que nos exige seriedad y responsabilidad, más no sea por el número de muertos –y más no sea por el universalismo que ha adquirido la mentada paginita-, opta por resumir todo en 2:04 y de una manera vergonzosa.
Una actriz, que satisface los estándares de edad y belleza, comienza diciendo, en cumplimiento de un guión perfectamente estudiado y con el ya referido tono hiper cínico de pre-ingresante a la carrera de actuación: ”Soy Ucraniana. Nativa de Kiev”. Y lo peor de todo es que mi cuerpo no es tonto y se da cuenta al toque: se empieza a contorsionar como efecto inmediato del vendaval de insultos que hacen cola por florecer. “Quiero que sepas porqué miles de personas de mi país están en la calle”. Le contesto, ya en medio de un ataque de caspa: “¿Vos vas a decirme? ¿Han muerto más de cien personas y presentás el tema con la ligereza de un programa de Violetta?”
.
Y sigue el guión escrito por algún degenerado: “Queremos ser libre de la dictadura”. ¿De una dictadura? ¡¡¡¡¡¿De qué dictadura?!!!!!! Y sigue: “Queremos ser libre de los políticos...” ¿Libre de los políticos? No creo que Ucrania quiera quedarse sin políticos… El degenerado que escribió el guión no quiere decir que Ucrania se quede sin políticos, sino que Ucrania tenga los políticos que él quiere.
Muchachos de Youtube: se les escapó la tortuga. Y muy feo. Poner a una actriz barata a decir semejantes burradas, acompañada por el pianito e imágenes que nos hacen salir sangre por los ojos. Esto es mierda de la buena. De la que sólo se consigue por encargo. Y sigue, situándose en lugares comunes que no fallan: que el político sólo quiere dinero, que ella está del lado de la gente digna y valiente (pregunto: ¿la gente digna y valiente de ese país, de EEUU o de alguna corporación?) Cuando dice con cara de caniche toy: “queremos ser… (pausa atiborrada de emoción canichera) libres”, dan ganas de decir: “corten, corten… empezamos de nuevo”.
Pero no empiezan de nuevo. Siguen…
Y seguirán.
Por lo menos nos sirven en bandeja el conocimiento de que no estamos ante una simple guerra civil, si no que los muchachos del imperio ya tienen todo cocinado.
via Taringa.net - �ltimos posts http://ift.tt/1d92eVo
No hay comentarios:
Publicar un comentario