La víctima fue identificada como Isidoro Pucheta (72), un retirado de la Policía Federal Argentina (PFA), quien murió en el acto ya que recibió al menos ocho impactos de bala en su cuerpo.
El hecho ocurrió pasadas las 10 en el bingo "Golden Jack" ubicado en la avenida 844 al 2516 de esa localidad del partido de Quilmes, en el sur del conurbano bonaerense.
Los voceros explicaron que el ex policía, quien es uno de los responsables de la seguridad en el bingo, trasladaba junto a otros dos vigiladores desarmados, dos sacas con el dinero de la recaudación desde la casa de juegos hacia una sucursal del Banco Provincia ubicada en la misma cuadra, en la avenida 844 al 2544.
Cuando llegaban al banco, los tres hombres fueron sorprendidos en la calle por al menos cuatro delincuentes que llegaron al lugar en dos vehículos: una camioneta Renault Duster y un auto Audi.
Al ver a los asaltantes, Pucheta llegó a extraer de entre sus ropas su pistola, pero los delincuentes abrieron fuego contra el empleado de seguridad con dos armas: una pistola calibre .45 y una ametralladora calibre 9 milímetros.
El jefe departamental de Quilmes, comisario mayor Fernando Grasso, aseguró a Télam que "la víctima fue fusilada con una ráfaga de ametralladora" y que "hubo como veinte disparos".
"No sabemos si este policía retirado llegó a disparar, pero sí sabemos que sacó su pistola, una 9 milímetros que quedó tirada a su lado", explicó el comisario.
Un jefe policial explicó a Télam que uno de los ladrones estaba armado con una ametralladora y, por causas que se investigan, abrió fuego contra el empleado de seguridad que trasladaba las sacas hacia el banco.
El ex policía, quien estaba vestido de traje, cayó malherido y murió en el lugar por la gran cantidad de balazos que recibió en su cuerpo, mientras que los otros dos vigiladores desarmados que lo acompañaban lograron escapar corriendo y salieron ilesos.
Los ladrones tomaron las dos bolsas con dinero que llevaba Pucheta, huyeron en la camioneta Duster y dejaron abandonado en el lugar el Audi.
"Por lo que hablamos con las autoridades del bingo, el monto de lo robado asciende a alrededor de 150.000 pesos", informó Grasso.
La policía cree que se trató de un hecho planificado en el que los delincuentes contaban con la información del horario y la metodología del traslado del dinero desde el bingo al banco, con lo que se investiga si hubo un "entregador".
"Lo habitual es que estos empleados de seguridad trasladen a pie hasta el banco sumas mucho más chicas, de entre 10.000 y 15.000 pesos. Un traslado de dinero como el de hoy no era común que se hiciera sin un camión de caudales. Estamos prácticamente seguros de que alguien le dio esta información a la banda", afirmó Grasso a Télam.
El jefe departamental agregó que "hay cuatro o cinco grabaciones de las cámaras del banco y del bingo que se están analizando para poder identificar a alguno de los autores".
El caso es investigado por el fiscal Leonardo Sarra, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Quilmes, la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de ese partido bonaerense y la comisaría de San Francisco Solano.
En el lugar también trabajaron peritos de la Policía Científica, quienes buscaron rastros de los delincuentes en el auto abandonado por la banda y recolectaron las evidencias balísticas.
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