Si hay una divinidad estara ahí afuera, dentro de ti no la busques.
Si hay que buscar alguien que te ame que sea afuera, dentro de ti no lo busques.
Si hay que organizar la sociedad que sea desde afuera, dentro de ti ni se te ocurra.
Si hay que buscar soluciones hazlo siempre desde afuera (y dentro de las normas),
ni se te ocurra mirar dentro de ti.
Bajaron de las estrellas para manipular a los pueblos, en diferentes partes del mundo llegaron y se aparecieron a nuestros antepasados, quedando reflejado el encuentro, en el arte, en escritos, en leyendas, etc., pinturas encontradas en las cuevas de diferentes culturas nos hablan de estos visitantes con sus escafandras, haciendo inútil que miráramos hacia dentro. Hasta nuestros días, desde hace miles de años, siguen con rituales y danzas esperando su regreso, a pesar de que les enseñaron técnicas de agricultura para su tiempo, fue como una mutilación del ser, impedir mirar hacia dentro, esperar su regreso es mirar hacia afuera. Nos domesticaron, es como si cogemos un animal salvaje y lo sometemos, lo dominamos, lo hacemos inútil para defenderse ahí afuera.
Hasta en la actualidad seguimos mirando hacia afuera, muchos se identifican con las cosas de fuera, (títulos, cuentas bancarias, propiedades, pareja, etc.), esa mentalidad de tanto tienes tanto vales, una ilusión que no es real, tú no eres tu cuenta bancaria, no eres tu gran coche o casa, a ti no te define una belleza (hombre o mujer) que este a tu lado. Cuando te definen las cosas de fuera, dar lo que tienes es como cortarte un brazo, por el contrario cuando te definen las cosas de dentro, resulta muy fácil compartir, ser solidario porque no pierdes tu identidad.
Inclusive las soluciones son mejores las de adentro, pongamos como ejemplo que queremos que nuestro hijo no tenga dificultades en la vida, podemos protegerlo desde fuera o desde dentro. Muchos de los jóvenes que acaban en las drogas o en malas compañías se debe a la falta de autoestima y sobrevalorar lo de fuera (a personas o grupos) más que uno. En señale en las cosas cotidiana, el mundo de adentro, si vas a plantar una planta muéstrale que necesita su espacio, que necesita su parcela para que le dé los rayos de sol y pueda crecer, en señale que los amigos necesitan su espacio para crecer, necesitan que los escuchen, pregúntale si el deja que sus amigos se expresen y entonces tu hijo será la luz que ellos necesitan, y tu hijo crecerá en la tolerancia y comprensión, no temerás que siga a otros, lo más probable es que lo sigan a él por su visión del mundo (respeto, tolerancia, etc.). Sin embargo solemos hacer lo contrario, le hacemos competitivo, saca más notas, sé el primero de la clase, el otro es un competidor, nos pasamos media vida compitiendo con el otro, siendo nuestro enemigo, como vamos a pretender después, que al conseguir cargos importantes en la sociedad, ame al otro.
Para está manipulación se necesitó que no te fijarás en el “Ahora”, por ello, buscaron la manera de que tu mente estuviera en el pasado (a través de la culpa y el remordimiento), pero por si eso no te apartaba del “Ahora”, nos indujeron (gustos, deseos, ilusiones por las cosas de fuera), llevando nuestra mente al futuro, nuestra divinidad no trabaja en el pasado ni en el futuro, pero si en el presente.
El miedo que ellos tienen es que miremos hacia dentro, todos los que han intentado hacernos mirar hacia dentro (Martin Luther King, Gandhi, Lenon, etc.) encontraron un loco que trunco sus vidas.
No podemos saber que quieren de nosotros mientras no sepamos lo que somos, es como si un cerdo se cree hormiga, no sabrá que su carne (pata jamón, morcilla, chorizo, etc.) sea tan codiciada.
¿Qué pueden querer una civilización de nosotros, que es más avanzada, que probablemente, fabrique mejor que nosotros lo que necesitan, que pueden tener otros mundos vírgenes con recursos mayores que el nuestro, que tiene una tecnología sustituta de la mano de obra del hombre? aparentemente no les somos útiles para nada. Salvo nuestra Divinidad, somos como la hormiga que no sabe lo que lo es, codician de nosotros la imagen y semejanza del Creador, con ella construyen su realidad.
También vinieron maestros para ayudarnos, en diferentes épocas y culturas, en algunas orientales nos hablan de la ilusión de la Maya, de La Mátrix de la ilusión de esta realidad. El mismo Jesús de Nazaret no nos habló de higiene, ni de tecnológia, ni de los demás campos de la ciencia, pero si nos habló bastante del amor y de mirar hacia dentro, quizás con eso tendríamos el resto. Aquel que estaba con Jesús en la cruz que había sido ladrón, que había humillado, ofendido y robado a otros, le bastó el “Ahora” y una frecuencia (una emoción, un momento de amor) suficiente para Jesús le dijera:”En verdad te digo que esta tarde estaremos en la diestra del Padre”.
Es en el “Ahora” donde nuestra divina nos escucha, dale los pensamientos adecuados para que el corazón los interprete, y crea tu realidad. Hasta en los sueños en el último instante antes de dormir, lo que sientas (tu frecuencia, tu emoción) construirá tu mundo onírico.
Pero en el “Ahora” estás construyendo tu mundo, si no crees que tanto poder tienes, no importa, lo que tu pongas en tu corazón Dios te lo construye, ese es su gran regalo, te regalo a él mismo, en los apócrifos correspondencia entre Jesús y Abgaro, Rey de Edesa, comenta estas palabras de Jesús: ” Yo no soy solamente un hombre, sino un Dios perfecto y un hombre perfecto” , tengo la sensación de que somos hombres imperfectos con nuestro Dios imperfecto, cuando tenemos una pesadilla, ella nos muestra lo que hay dentro del hombre imperfecto y es nuestro Dios imperfecto el que construye nuestro realidad Onírica. Nuestro hombre imperfecto le pide a su Dios imperfecto que le construya lo que siente.
Al principio el hombre encontró la piedra, luego el palo, mas tarde la pólvora, etc. hasta que descubrió que lo más destructivo estaba en lo infinitamente pequeño (el átomo). Nuestro átomo del Alma es nuestro pensamiento, cuidado con él, el cielo y el infierno, se nutre de él.
Si en esta realidad te sientes torpe tú Dios imperfecto crea un mundo de dificultad y complejidad para darle vida a lo que tu hombre imperfecto siente, no podrías vivir la torpeza si la vida te resultara sencilla y fácil de vivir. Cuando juzgamos a otros, traemos hacia nuestra vida la experiencia que estamos juzgando, dice en el Antiguo Testamento:”Dios no juzga, ni ha juzgado, ni juzgará, ese es el mal del hombre”. Dicen los maestros:” lo que quieras para ti, dáselo a otros”.
En los apócrifos cuando le preguntan a Jesús que es el cielo, Jesús les dijo: ”un estado de la mente” y cuando le preguntaron por el infierno, el dijo, no lo busquéis en ningún otro lugar , está aquí con vosotros, cuando os sentís perdidos, cuando os sentís solos, cuando estáis afligidos, cuando odiáis etc.
No pretendo que me crean, haced la prueba, no cuesta nada, atrapad el Ahora y darle una emoción, recuerda que tienes la chispa divina, y observa lo que ocurre a tu alrededor y veras que lo de fuera habla de ti, se convierte en el espejo de lo que eres. A veces ese poder se lo achacamos a la vida, diciendo: “en esta vida el que la hace la paga”, “hay una justicia divina”, ”lo que siembres, cosecharás”, etc. Un gafe usa su Dios imperfecto para traerle lo que siente, si cambiase su emoción sería un tipo que ha nacido con una estrella.
Ahora hay científicos que piensan que lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño se unen en un punto. Einstein decía:”que el presente más extremo y el futuro más extremo coinciden en un punto, el presente”. Yo pienso que el Dios y el hombre coinciden en un punto en nosotros.
Cuando te levantes ten presente tú Chispa Divina, ten un pensamiento lindo de ti, si puedes tener a lo largo del día varios pensamientos buenos de ti, mejor, la materia nos enseña que a frecuencias mayores mejores realidades, aumenta la frecuencia de los pensamientos lindos de ti y siéntelos. Experimenta con la emoción, da tus primeros pasos, a ver que pasa. Cada cosa que hacemos tiene una frecuencia, una emoción y aunque estemos solos y nadie nos vea tiene sus efectos, supongamos que tiro un papel al suelo, ese acto no está libre de una emoción o frecuencia y cuando yo suelto mi basura, sin respectar a la naturaleza, ni a quién tiene que recogerlo, esa emoción tendrá un efecto en mi vida, posiblemente en mi trabajo cuando llegue mi jefe soltará su mierda sobre mí, porque mi Dios imperfecto hizo caso a mi hombre imperfecto y en su generosidad me trajo más de lo mismo (Aquello que sentí cuando tire el papel).
La gente me dice que tengo mucha suerte, yo les digo, que lo que tengo es una frecuencia, como la tiene el gafe o el que ha nacido con una estrella.
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