Hace 10 meses, el 27 de mayo de 2014 un avión privado que había salido de San Fernando con destino a Carmelo cayó sobre el Río de la Plata. Iba con nueve personas a bordo y fallecieron cinco en el accidente. Otras cuatro resultaron heridas y pudieron ser rescatadas.

En aquel accidente, el avión había partido poco después de las 14 con destino a esa localidad uruguaya en un vuelo de entre 15 y 20 minutos de duración. A poco de despegar la Fuerza Aérea recibió una señal de alarma de la aeronave. En pocos minutos un helicóptero de la Prefectura argentina logró dar con el lugar donde el piloto había intentado amerizar la aeronave.


La areonave era un Beech Super King Air B200 matrícula LV CNT, propiedad de Federico Bonomi, dueño de la marca de ropa Kosiuko y quien en ese momento no iba a bordo del avión, que puede transportar hasta 13 pasajeros más la tripulación.


En esta oportunidad, el avión que ayer estalló ni bien despegó de Punta del Este era un Beechcraft C90, con capacidad para 8 pasajeros más la tripulación. Cuando anoche explotó la noticia de un nuevo accidente aéreo, volvió el recuerdo de ese hecho de 2014.


Otra vez un King Air


“Hay negras expectativas de encontrar a alguien con vida” en el avión argentino que se estrelló anoche al despegar del aeropuerto de Punta del Este, dijo anoche a Clarín el coordinador del Comité de Emergencia de Maldonado, Uruguay, Carlos Fontes. La máquina sufrió una explosión y luego cayó de trompa envuelta en llamas sobre la Laguna del Sauce, a unos mil metros de la cabecera de la pista, cuando se encontraba en pleno decolaje, pasadas las 20.30.


Los bomberos debieron navegar en cuatro gomones para llegar al lugar del siniestro. Allí extinguieron con elementos portátiles las llamas que ardían sobre los restos de combustible y aceite alrededor del avión. Así, alcanzaron a divisar “al menos tres cadáveres”, informó a este diario el secretario comunal de Maldonado, Gustavo Salaberry.


La aeronave, un Beechcraft C 90 matrícula LV-CEO (modelo B90 Kingair), con dos tripulantes argentinos, siete pasajeros de la misma nacionalidad y una mujer de nacionalidad portuguesa. Esto fue confirmado a medianoche por la Fuerza Aérea Uruguaya, que señaló que el bimotor se dirigía desde el Aeropuerto Internacional de Laguna del Sauce a San Fernando, a 28 kilómetros de Buenos Aires.


Las maniobras de rescate fueron dificultadas por el oleaje de la laguna, debido a un fuerte viento. “El primero en llegar al avión fue un helicóptero de la Fuerza Aérea, pero se comprobó allí la inutilidad manifiesta de encontrar a alguien con vida”, explicó Fortes.


Los pasajeros del avión pertenecen al Predio Ferial La Rural, de Buenos Aires. La firma participa de la administración del Centro de Convenciones de Punta del Este y ayer se reunieron con socios uruguayos y funcionarios de la Intendencia de Maldonado.


Pasadas las 23 el viento reavivó las llamas, lo que obligó a reponer la carga de extintores. Finalmente los bomberos lograron controlar el fuego. Pasada la medianoche la jueza Adriana Morosini inspeccionó el lugar desde un helicóptero y dispuso continuar luego del amanecer la extracción de los cuerpos del fuselaje incendiado.


La empresa propietaria de la aeronave es la argentina Aviajet S.A. dedicada al servicio de taxi aéreo. Según los operadores de la torre de control del aeropuerto dijeron que luego del carreteo, y cuando la máquina ya estaba en el aire, se escuchó una fuerte explosión. La caída del Beechcraft C90 se produjo en la zona norte de la Laguna del Sauce, un lugar de difícil acceso.


Enseguida partió un helicóptero desde el aeropuerto pero no pudo acercarse al fuselaje en llamas. Tampoco se observaron sobrevivientes en las aguas de la laguna, agitadas por el viento.


La Junta Investigación de Accidentes de Aviación Civil informó que la misma aeronave estrellada anoche protagonizó un serio accidente aéreo en noviembre de 2013, cuando aterrizó de emergencia con el tren retraído, sufriendo “daños de importancia”, según la propia junta. La Administración Nacional de Aviación Civil habría retirado la licencia a la empresa Aviajet S.A el 25 de julio del año pasado, por la cual la empresa no podría realizar ningún viaje internacional.


El vocero de Bomberos de Uruguay, comisario Leandro Palomeque, confirmó esta madrugada que fueron encontrados siete cadáveres. Según señaló que al tocar el agua de la Laguna del Sauce el avión dio un giro de 180 grados y quedó apuntando hacia el lugar de despegue. De inmediato se produjo un derrame de combustible que entró en combustión envolviendo el fuselaje e impidiendo cualquier posibilidad de escape a la tripulación y los pasajeros, en caso de que hubieran sobrevivido.


Antecedentes en territorio uruguayo


No es el primer accidente área que se produce en tierras uruguayas. Los medios del país vecino, rápidamente, recuperaron otros casos, algunos similares, otros con mayor cantidad de víctimas, la mayoría de ellos sin tener aún una confirmación del por qué.


Atrás, muy atrás en el tiempo, el 10 de octubre de 1971 una avioneta que había despegado de Aeroparque, en Buenos Aires, volaba hacia la ciudad argentina de Trelew. A bordo viajaba un grupo del cuerpo estable del ballet del Teatro Colón. Momentos después del despegue, el piloto perdió el control de la aeronave por una falla en uno de los motores y se estrelló en el río de la Plata. Los nueve pasajeros y el piloto fallecieron.


Algunos años después, el 10 de octubre de 1997 se produjo la que hasta el momento es la mayor tragedia aérea ocurrida en territorio uruguayo, aunque esta vez el accidente fue en tierra. Un avión Douglas DC-9-31 de la empresa argentina Austral, que cumplía el vuelo 2553 desde Posadas, capital de la provincia de Misiones, hacia Buenos Aires, cayó en las cercanías de Nuevo Berlín, en el departamento de Río Negro. El avión se desintegró completamente tras el impacto, lo que provocó la muerte de sus 74 ocupantes.


En el Río de la Plata, en la zona cercana a la Isla de Flores, un avión Fairchild de la empresa Air Class se vino a pique el 6 de junio de 2012. En consecuencia, fallecieron los dos pilotos, Walter Rigo y Martín Riva.